EL HUMANO
El humano son llaves en cerraduras
que no pueden girarse a sí mismas.
Cada nuevo paraíso es un vértice en un espacio esférico
en donde el punto de encuentro
es la cualidad representada.
Trigésimo vislumbre de una decantación
donde mudan de rostro los fantasmas
y se interrumpe la declinación
característica.
que no pueden girarse a sí mismas.
Cada nuevo paraíso es un vértice en un espacio esférico
en donde el punto de encuentro
es la cualidad representada.
Trigésimo vislumbre de una decantación
donde mudan de rostro los fantasmas
y se interrumpe la declinación
característica.
Me encantó este poema, muchas gracias por compartirlo...bello!!!
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